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Traducido en simultáneo por Nadia Soso La humanidad ha estado condicionada por un programa que prioriza el control de los miedos y la acción estratégica a través de la mente racional. Este enfoque materialista ha generado una distorsión en las civilizaciones humanas, reduciendo nuestras diferencias al ámbito material y social. Sin embargo, la verdadera distinción radica en cómo cada individuo enfrenta la experiencia de ser consciente. La principal fuente de sufrimiento humano es el apego y la identificación con lo que no somos, algo que ocurre por una fuerza llamada Transferencia. Esta surge como un mecanismo adaptativo durante la infancia, buscando armonizar con el entorno para garantizar seguridad y amor. A través de esta transferencia, desarrollamos actitudes que nos anclan a una zona de confort donde el sufrimiento y las aspiraciones materiales son considerados normales. Aunque la mente encuentra seguridad en esta dinámica, alcanzar una conciencia plena implica rendirse al rol de pasajero, permitiendo que la vida fluya sin la necesidad de controlar o planificar. En este estado, la mente deja de reinventarse y se conecta con la cognición innata, trascendiendo la trayectoria homogeneizada de la sociedad. La transferencia motivacional es el núcleo de la homogeneización, desconectándonos de nuestras raíces cognitivas internas y llevándonos a identificarnos con lo que no somos. Sin embargo, al tomar conciencia de nuestra verdadera naturaleza y rol, podemos acceder a un nivel más profundo de diferenciación individual. En esta conferencia, los participantes explorarán las mecánicas del Maya y su influencia en la conciencia momento a momento. Además, se profundizará en las cadenas cognitivas (Base, Tono y Color) como pilares fundamentales para la diferenciación individual, destacando su relevancia en la conexión con nuestra verdadera esencia.
