Dada su trascendencia, es comprensible que el sexo se haya convertido y siga siendo un tabú para demasiadas personas.

Incluso para aquellos como yo, que nacieron para ser una expresión de la ‘revolución sexual’ que trajo la mayor transformación en los protocolos sociales, la sexualidad es algo lleno de mitos y fascinación.

Cuando miras la sexualidad humana desde la perspectiva mecánica del Diseño Humano, los niveles de ignorancia en nuestra especie se hacen tan evidentes que recuerdo lo doloroso que fue rodar por el suelo sosteniéndome el abdomen, riendo de mi propio malentendido cuando aprendí por primera vez sobre ‘La Mecánica de la Sexualidad’ en 1996, al mismo tiempo que me convertía en padre.

Como un ‘todólogo’, podría decir que esas dos cosas juntas iniciaron mi viaje de maduración como un ser emocional.

Antes de eso, no solo estaba profundamente distorsionado en la manera en que intentaba vivir mi poderosa libido emocional, sino que caí completamente en un profundo sentido de tragedia al descubrir que las únicas cosas que sentía como ‘superiores a lo mundano’ me condenaban a un nivel de esclavitud que me hacía odiarme a mí mismo como nada más podría.

Hay dos cosas que todos deberían saber sobre cómo funcionan las cosas dentro de sí mismos en relación con la sexualidad: disponibilidad y impulso. Integrar esas dos claves con el flujo natural de tu diseño individual te permitirá descubrir la gracia de tu vehículo más allá de su naturaleza sexual, como una fuente para todo tipo de comunicación no verbal.